Nuestro rosal

Luis Marrero González

Yo sembraba las flores en tu jardín
cuidaba con esmero de sus fragancias,
porque quería que fuesen al recogerlas
dignas de tu belleza y de tu elegancia,
porque quería que fuesen al recogerlas
dignas de tu belleza y de tu elegancia.

Yo fuí quien por primera vez te besó
quien lleno de pasión probó tus encantos
quien derramó su amor en tu piel de nardo
quien despertó la virgen de su letargo,
quien derramó su amor en tu piel de nardo
quien despertó la virgen de su letargo.

Hoy mi dicha es angustia y siento morir
me resulta un martirio tu larga ausencia
me llena de tristeza saberte lejos
cuando más necesito de tu presencia.

Ven, rompe mi silencio, vuelve a cantar,
cambia todas mis penas por alegrías
devuélvele la vida a nuestro rosal
pues desde que te fuiste sólo da espinas,
devuélvele la vida a nuestro rosal
pues desde que te fuiste sólo da espinas.

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